Nunca digas nunca, nunca digas siempre, nunca digas lo que tu corazón no siente. El amor es un humo formado por vapores de suspiros.
La vida y la muerte son lo mismo, la única diferencia, eres tú.
Las lágrimas son la última sonrisa del amor.
Puede que 11 años nos separen, pero eso no impide que mi corazón haya llegado a amarte, porque he encontrado en tí lo que nunca había encontrado. Puede que sólo sea un capricho, pero al menos dejame saborearlo poco a poco lo que dure...
El día que te conocí, cuando llegué a mi casa, rompí a llorar por haberte tenido tan cerca y ni siquiera poderte abrazar.
El día que te conocí, cuando llegué a mi casa, rompí a llorar por haberte tenido tan cerca y ni siquiera poderte abrazar. poemas de amor cortos
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